HACER DIETA NO ES PASAR HAMBRE
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En el punto en el qué vivimos, y dado a la mala información que ha estado viajando a lo largo de todo este tiempo, se han observado varias reacciones de la población al respecto.

La principal reacción que los profesionales de la nutrición hemos observado es que existe un miedo bastante elevado a la hora de hacer o empezar una dieta. El principal motivo de esta causa, se debe a que se han propagado falsos mitos alimenticios, o dietas milagrosas imposibles de seguir que acaban desembocando en pasar hambre y ansiedad.

Con este artículo, queremos explicar porqué se genera esa ansiedad y cómo funciona la sensación de hambre. Con la finalidad de reducir esta sensación de miedo, y animar a la gente a cuidar de su salud.

Para empezar, la sensación de hambre y saciedad se regulan en una parte del cerebro llamada hipotálamo.

Los centros reguladores del hambre y del apetito se encargan de enviar señales hormonales mediante el sistema neuroendocrino, estos reguladores están situados en diversas partes del organismo como el estómago, el intestino delgado… incluso se ven afectados por factores sensoriales, mecánicos y cognitivos.

imagen que explica que el cerebro y el estómago están directamente relacionados

Qué quiere decir esto, que desde que tenemos un alimento delante y percibimos su olor, su color, su tacto… hasta que lo ingerimos, los receptores ya están enviando señales al hipotálamo.

También podemos encontrar reguladores ambientales tales como los ritmos circadianos, ya que el descanso tiene un papel muy importante a la hora de regular el apetito.

El hipotálamo es la principal zona del sistema nervoso central, por lo tanto, este sistema se encarga de regular el apetito, cuando recibe señales de los diferentes receptores, como cuando hay un nivel bajo de glucemia para el correcto funcionamiento el cuerpo, entonces activa la sensación de apetito o hambre.

Cuando los receptores del estómago e intestino reciben este alimento, mandan señales de saciedad al hipotálamo, indicando así la finalización de la comida. (Estudio científico)

Por lo tanto, la sensación de hambre y saciedad es algo que el cuerpo por si solo es capaz de regular. No necesita que nosotros le digamos que tiene hambre, el sólo sabrá cuando necesita nutriente y se encargará de pedírnoslo.

Diferencias según el tipo de hambre

También hay diferencias según el tipo de hambre, existen dos tipos:

  • El hambre real que es el que hemos comentado anteriormente, y que es necesario para el correcto funcionamiento del organismo. Y que nos pide alimento en general.
  • El hambre emocional, que es ese que aparece cuando nos apetece un alimento en concreto. Como por ejemplo cuando nos apetece cierto alimento de cierta marca en específico, o cuando vemos un anuncio en la televisión… Lo que comúnmente llamamos apetito o gula.
    Este segundo tipo de hambre se puede controlar a partir de una correcta organización alimenticia. De aquí aparece la necesidad de hacernos un planing nutricional con las comidas y tomas que debemos realizar a lo largo del día, y a poder ser a la misma hora.
Diferencias entre el hambre emocional y el hambre real.

En definitiva, un planing ordenado en tomas y horas del día, equilibrado en cuanto a macronutrientes, y adaptado a las necesidades calóricas de cada uno, sería suficiente para controlar esta ansiedad y sensación de hambre continua.

También hay que decir, que no es una cosa que vaya a cambiar de un día para otra, al fin y al cabo, hay que adaptar al cuerpo a este cambio y será cuestión de algo progresivo. Se busca un cambio de hábitos alargado en el tiempo, no una dieta que solo me dure unas semanas. Para esto, siempre se recomienda consultar con los especialistas en nutrición.

Si necesitas ayuda o consejo nutricional, no dudes en contactar con nosotros, por nuestras redes sociales como en el instagram de Wonderfit Spain o a través de la sección de los planes de nutrición personalizados en nuestra web.


Firmado:
Dietista-nutricionista Irene Zarco
COL: 0846